¿QUIÉN RESPONDE A ESTAS PREGUNTAS?

Queridos amigos EN desgracia:

Me llamo Victor Krieger Fabbroni, vivo en la ciudad de Bandera, Provincia de Santiago del Estero y sé en qué medida los agrotóxicos en Urbe hanafectado nuestras vidas para siempre sometiéndonos a un proceso gradual de envenenamiento, irreversible y trasmisible GENERACIONALMENTE. 

Es así: solo los que vivimos en el interior sabemos de este tipo de padecimientos. También sabemos que están ocasionados por una nueva clase dirigente (políticos y técnicos) que ya no representan a sus mandantes (sino a sus propios intereses) y están amancebados con el generoso metálico de las corporaciones, llámense sojeras, metalúrgicas o mineras.

Entonces: ¿Qué hacer…

1. ¿Cuándo nuestros hijos en escolaridad son condenados a padecer efectos crónicos por envenenamiento masivo, persistente y progresivo con agrotóxicos por parte de un régimen de gobierno que subvierte dolosamente la Constitución y prioriza el “interés particular”, sobre el “bienestargeneral”?
2. ¿Cuando vemos que no solo se consiente, sino que se promocionan actividades totalmente incompatibles con el resto de las actividades del quehacer humano, y con la vida misma, no ya de las especies silvestres, sino la nuestra que resulta ser más compleja y sensible?
3. ¿Cuando a diario nos vemos obligados a recurrir a “nuestros” Organismos Políticos-Técnicos de Control para pedir que detengan el actual genocidio rural, sabiendo que, precisamente allí, en ellos, se encuentra “el nido” de corrupción y venalidad que envilece nuestras vidas?
4. ¿Cuándo caemos en la cuenta que nuestros elegidos son de cartón pintado, que carecen de pensamiento crítico, que son analfabetos funcionalesflotando dentro de un sistema de gangsteril competencia y espurios acuerdos?
5. ¿Cómo reclamar a un Municipio que cesen las malas praxis de unos Depósitos de Granos (como les ocurre a ustedes), cuando la instalación de los mismos cuenta con su permiso y autorización, previa y generosamente arancelado por la venalidad político-corporativa?
6. ¿Qué hacer cuando, por último, acorralados por nuestros persistentes reclamos resuelven prohibir lo que “YA ESTÁ PROHIBIDO”; Resuelven prohibir mediante una Ordenanza de Resolución Municipal, (doméstica), lo que previamente estaba prohibido por Ley Provincial (en nuestro caso la Nº 6.312) concordante con Legislación emergente de la Constitución Nacional (Art. 41)?
7. ¿Cuándo vemos, inexorablemente, que violan la Ordenanza Municipal, tal como violaron la Ley Provincial y antecedentes nacionales, una y otra, y otra vez con la impunidad que ellos mismos se garantizan?
8. ¿Cuándo veamos que, entre una violación y la otra han trascurrido 1, ó dos, ó tres años de persistente contaminación y envenenamiento y que, finalmente, cuando caigamos en la cuenta que esto fue concensuado y premeditado, nos enfrentemos al hecho de que no se pueden volver para atrás los efectos citotóxicos y genotóxicos de estos venenos modernos?
9. ¿Cuándo la palabra “concensuar”, dicha en democracia, significa todo lo contrario: apología al delito, vaciamiento de las leyes quitándoles presupuesto, movilidad de sus controladores, poniendo al zorro a velar por la salud de nuestras gallinas (Ing. Agrónomos controlando a sus pares), manejándose con índices de letalidad y escalas toxicológicas “producidas por las corporaciones fabricantes del veneno”, persiguiendo y criminalizando como terroristas a “nuestros investigadores”, a la voz del disenso y natural institucionalidad de las Asambleas Públicas?.

Amigos, llevo 20 años de lucha y todavía no sé cómo hacer...., lo que debemos hacer para salvar nuestras vidas.

Un gran abrazo a todos ustedes.