Renacen el changuito y el bolso a la hora de las compras

05.10.2010 22:58

(fuente: INFOBAE)

 
El carrito que usaban nuestras abuelas para ir de compras se aggiornó a los tiempos que corren y hoy es parte del paisaje aún de los barrios más top. ¿Conciencia ecológica u otra moda pasajera?


 
 
Por Constanza Crotto y Mariana Gándara
Ya no caben dudas: el changuito, que el año pasado comenzó a imponerse de manera tímida en las calles porteñas, se transformó en el compañero infaltable a la hora de salir a hacer las compras.

Basta con caminar una mañana por las calles más coquetas de Recoleta para notar que el uso de este carrito ya está instalado y no sólo son las “abuelas” quienes los acarrean: chicas jóvenes y hasta hombres se sumaron a esta movida cool incentivada por la conciencia ecológica.

Este instrumento retro favorece al medio ambiente al reemplazar a las bolsas de plástico, nos ahorra el enorme esfuerzo que implica trasladar las pesadas bolsas al salir del súper y, además, la versión moderna del clásico changuito es un accesorio de moda que viene en diversos materiales, formatos, colores y estampas.

 


“Al no haber una opción más moderna del chango tradicional, mucha gente joven se negaba a incorporarlo como accesorio en las compras diarias”, contó Cecilia Rostica, quien ideó La Changuita, que ofrece la nueva versión de estos carros. “Me dí cuenta que había un gran nicho de mercado que no estaba cubierto, que el changuito era un producto sumamente utilitario y práctico”, añadió.

Si bien las abuelas nunca dejaron de usar sus históricos carritos para hacer las compras, el chango tiene su revival y los jóvenes fueron quienes más se sumaron a la propuesta, en parte, por el interés que despiertan en ellos los temas relacionados con la ecología y la preservación del planeta.

“El argentino utiliza el changuito por la practicidad del mismo. Algunos lo elijen como producto alternativo que ayude a disminuir el consumo de bolsitas y este porcentaje, gracias a todas las campañas de concientización, va en aum ento”, destacó Rostica.

No es raro ver por las mañanas chicas en la verdulería acarreando un chango chic de animal print o por qué no algún varón comprando bebidas en la cola de un mercado.

En ese sentido, Cecilia Sonzini de Violraviol, marca en la que también diseñó sus propios changuitos, contó que al principio le costó posicionarlo porque “las chicas los veían como un producto de abuela”. “Eso se modificó bastante en los últimos años. De a poco lo empezaron a ver como algo divertido y lo dejaron de ver como algo antiguo”, consideró.

Para Sonzini más que un producto ecológico es para la gente que disfruta de la vida cotidiana, de algo tan sencillo como ir al mercado. “Es una vuelta hacia ciertos lugares del pasado que estaban dados y fueron dejados. Sería triste que se deje de valorar aquel mundo que es más amable y agradable. Me parece una costumbre más amable ir al mercado con un changuito en vez de ir a un supermercado”.

La vuelta de “la b! olsa de los mandados”
En la misma sintonía de los changuitos, reaparecieron aquellas legendarias bolsas en distintos colores, más conocida como “la bolsa de los mandados”.

Lo que era un modelo demodé que usaban las señoras en el barrio, hoy está en las ferias de Palermo como un accesorio moderno para las jóvenes.

La idea de Lucila Rodríguez Carniglia de diseñar estos modelos que se creían olvidados surgió como una iniciativa para preservar el medio ambiente y evitar el consumo desmedido de las bolsas de plástico que proveen tanto los pequeños comercios como los supermercados. “Desde el primer día tuve éxito con el publico informado del tema. Pero también hay gente que las elije por estética y otros por comodidad, para cargar y descargar más fácil la compra”.

“Me parecía algo que no estaba para dejar ‘fuera de moda’ y me las empezaron a pedir mis amigas. Así que para que no fueran comunes les agregaba apliques de tul y mostacillas”, explicó la joven emprendedora, que en el 2007 empezó a comercializarlos a través de su marca Voy de Carmen.

Para Rodríguez Carniglia “hay algo de ‘moda bien vista’”, es decir, de que la tendencia ahora es cuidar el planeta y, por lo tanto, llevar una bolsa ecológica te hace ser “cool”. “Dicen que lo que es moda pasa de moda, ¡Esperemos que no!”, concluyó.

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