SALVAR AL RÍO NEGRO DE VERDAD...
Autor: Jorge Castillo (Comisión de Recuperación del río Negro -Fundación Ambiente Total)
La Sopapa del domingo 15 se dedicó esta vez a la educación y al facilismo con que los funcionarios pretenden ser votados en las próximas elecciones. El pretexto es la igualdad; la trampa es pretender hacer creer que nivelar para abajo es dar oportunidades a todos. El último cuadro de la página, lo presenta a “Ricky”, un adolescente timorato y “cara de nada” que aún no sabe leer. Es un extremo; el otro está representado por los jóvenes “de vuelta” (pero que todavía no comenzaron a caminar) y que engañados por funcionarios que dicen cuidarlos y empresarios que prometen “divertirlos”, cometen mil y una tropelías trocando aquella originalidad de la que hablaba Aníbal Ponce y otros psicólogos del siglo pasado por “previas” alcoholizadas; vómitos y caídas; desbordes y más amputación del futuro.
El río Negro es otra manifestación de ese descontrol. Tanto los funcionarios que dicen cuidarlo como los empresarios que continúan impunemente sus transgresiones contra ese insustituible ecosistema, aprovechándose del facilismo que representan las reglamentaciones cada vez más “flexibles” (y por ende riesgosas), pretenden que el resto de la ciudadanía acepte su “loable” gestión, mil veces recitada a lo largo de los años pero nunca cumplida de verdad. Ahora anuncian un “0800” para denunciar infracciones. Desde que comenzamos nuestra campaña para que se salve el río Negro (que después se extendió a otros temas vitales, como el del arbolado urbano, la deforestación, los riesgos de la telefonía móvil y del uso de agrotóxicos, entre tantos otros) es muy poco lo que se ha modificado a favor, y casi todos los agregados aportaron a un mayor deterioro de la calidad de vida y a marcar más las diferencias entre los que detentan el poder político y/o económico y los que –por lo menos para los primeros- somos los “idiotas útiles” que seguiremos aceptando el engaño a cambio de regalías y más facilismo. La Presidente de la Administración Provincial del Agua, Arquitecta Cristina Magnano, hace pocos días declaró que el problema de saneamiento del río Negro se debe a la falta de infraestructura de servicios. No mintió en esto, pero no dijo todo lo que debía decir, y eso parece tramposo, ya que siendo que no existe infraestructura suficiente, ni la Municipalidad ni la APA debieran autorizar la construcción de barrios enteros en zonas inundables, y mucho menos, la instalación de complejos comerciales como el anunciado en la avenida Sarmiento y río Negro, porque son zonas en donde está explícitamente prohibido construir por los riesgos que representan y porque sirven para la expansión del río en épocas de inundación o lluvias copiosas. Por eso no se entiende que la misma Justicia insista en que se construya el edificio legislativo en los terrenos bajos comprados en la avenida Sarmiento contra todo sentido común pero afortunadamente ahora rechazados (“Norte”, 13 del corriente), y tampoco que el Poder Legislativo y organizaciones profesionales se hayan lanzado (de nuevo) a coordinar “ideas para el nuevo edificio de la Cámara de Diputados” (reverso de la página citada), apurándose a transformar el tira y afloje en “cosa juzgada”, cuando en verdad es un capricho más de nuevos “patrones” políticos que puede terminar en otro bochorno, generando nuevos gastos millonarios; trabajos estériles y premios por proyectos que de nuevo no se llevarán a cabo; es decir, más frustración.
Si los funcionarios nos consideraran émulos de “Ricky”, el bobo de “La Sopapa”, sería ultrajante, como es ridículo que nos inviten a denunciar por teléfono, cuando desde hace más de treinta años venimos haciéndolo personalmente y a través de cartas, notas, Justicia, gobiernos municipal y provincial y también por teléfono, y recibimos solamente irónicas respuestas de funcionarios inoperantes y corruptos (algunos se hacen los bobos, también). Si alguna vez estos funcionarios funcionales se deci-dieran en serio a salvar el río Negro y demostrar que respetan de verdad a los ciudadanos, deberían navegar el río Negro de una buena vez y podrían detectar por sí mismos las infracciones de siempre, con nuevas mansiones construidas sobre línea de ribera; los efluentes que arrojan sus propietarios descaradamente; y la basura que tapona las barrancas y playas, a metros de donde se hará la Bienal de Esculturas, hoy en día lo único que existe y concita la atención de gobierno y ciudadanos, pareciera, en esta ciudad de “vivos” y “bobos”.
Jorge Castillo
