La II Feria Nacional de las Semillas que se realizó esta semana en Resistencia no fue un evento tranquilo para el Defensor del Pueblo, Gustavo Corregido. Invitado por la Red de Salud “Ramón Carrillo”, el funcionario se dedicó a escuchar el reclamo de unos 70 pobladores de 19 localidades distintas que le llevaban la misma inquietud: los nocivos efectos de los agrotóxicos tanto en su producción como en la vida de sus familias. 

“Es estremecedor escuchar las experiencias de estas personas, que son pequeños productores, que no viven de subsidios de ninguna naturaleza”, reflejó Corregido en declaraciones a Radio Libertad. El Defensor del Pueblo explicó que quienes se contactaron con él “viven del cultivo de su tierra, sus frutales y verduras, de distintos tipos de animales como chivos, gallinas y abejas”. “Y con una simple pasada de un agroquímico que derivan hacia sus pequeñas parcelas terminan arruinando el trabajo de años en el caso de los árboles y frutales. A las abejas las extermina inmediatamente. También produce abortos en sus animales y por supuesto como están afectados ellos en su salud, su familia y sus hijos”, sostuvo. 

“Conmueve escuchar como ya están avizorando con certeza lo que le va a pasar en los próximos meses en las campañas agrícolas donde se va a comenzar a pulverizar”, explicó Corregido, al tiempo que remarcó la esperanza de estos vecinos en encontrar una solución a través de la Defensoría del Pueblo: “Esta gente de pueblos fumigados están preocupados porque han golpeado las puertas de los funcionarios de los distintos pueblos. Han hecho denuncias en fiscalías, en juzgados de Paz, de Faltas, comisarías. Han hablado con sus intendentes y concejales y no encuentran una respuesta. Y ahora están esperanzados de que desde la Defensoría del Pueblo podamos ponerle coto a este tipo de actividad irresponsable y a estos productores irresponsables que están arrojando químicos sobre la gente y sobre algunas producciones”, comentó. 

SIN FUNCIONES 
Si bien Corregido ha recolectado denuncias de todo tipo desde que fue elegido Defensor del Pueblo de la provincia, el 15 de julio último, hasta la fecha no se encuentra en funciones ni tiene personal a su cargo. Es más: ni siquiera cobra un sueldo. ¿Qué falta entonces? Una ley de estructura del organismo que deberá ser aprobada por la Legislatura. 

“Para que a la gente le quede claro: el Defensor del Pueblo no está en funciones ni mucho menos percibe salario. Para que comience a funcionar la Defensoría está pendiente una ley llamada vulgarmente como de estructura del personal de la Defensoría. Una vez que salga esa ley, el Poder Ejecutivo debe proveer la partida de dinero para que pueda funcionar el organismo”, comentó. 

“Como sabemos estamos en una época de elecciones y esto dificulta un poco la labor parlamentaria”, explicó Corregido. Y remarcó: “Confío en que las próximas sesiones se va a tratar porque es un proyecto que sé que está elaborado y así tendremos la Defensoría estaría en funcionamiento en no menos de un mes”, abundó.