Después de observar durante casi tres días la quema de aserrín en un lugar muy cercano a nuestra escuela (con constante humo), por donde muchos chicos pasan a diario para ir a estudiar, y viendo que ninguna autoridad hizo nada al respecto, los ecoguardianes de sexto "A" decidieron hacer una nota a los responsables del aserradero que deposita aserrín en el lugar.
En grupo general los alumnos produjeron el texto borrador en el pizarrón, cuando estuvo finalizado hicieron dos copias, las firmaron y solicitaron autorización a la Dirección de la Escuela para presentarla. Como siempre el personal directivo respaldó la iniciativa y algunos docentes se sumaron colocando también sus firmas y ofreciendo llevar la nota.
Es alentador ver que los niños de 11 años estén tomando estas actitudes de ciudadanos, pero es doloroso notar que los adultos pasan una y otra vez por lugares donde ocurren cosas similares y no toman ninguna decisión constructiva...
El dueño del aserradero, apenas recibió la nota se presentó personalmente en la escuela y explicó que no tenían nada que ver con lo que sucedía y que, por el contrario, ya habían solicitado al municipio que les enviaran agua para poder apagar el fuego, pero que no habían obtenido respuesta; el señor manifestó que su siguiente paso sería ir nuevamente al municipio con la nota escrita por los Ecoguardianes, para volver a solicitar que se envíe agua para apagar el fuego, porque él considera que todo lo mencionado en esa nota es verdad y que corren riesgos los niños que pasan por allí para ir a estudiar y toda la gente que respira continuamente ese humo, entre los que se encuentran ellos mismos y todo el personal que trabaja en el aserradero.
¡Los ecoguardianes agradecemos y felicitamos a este señor por su inmediata respuesta, y esperamos que el municipio, en esta oporunidad lo escuche!.
Muchas competencias comunicativas se han ido desarrollando de esta manera, los alumnos aprenden insertos en situaciones que realmente les interesan, y no aprenden solamente a producir textos, sino el valor de cada tipo de texto, a distinguir entre estructuras formales e informales, a valorar y justificar la realización de duplicados (ya que al principio los consideraban innecesarios puesto que confiaban en el receptor, con el tiempo, no es que perdieron la confianza, sino que entendieron que en la vida diaria hay muchas situaciones que pueden hacer que el receptor olvide el mensaje o lo extravíe, etc). Por otra parte, es bueno cuando, como en este caso, las soluciones llegan a través del diálogo, la comprensión del otro y los acuerdos...