Los plaguicidas que contengan ingredientes activos tóxicos como Endosulfán, Aldicarb, Methamidophos, Arseniato de Plomo y Paraquat no podrán comercializarse a nivel nacional
Lima, 19 de Octubre. La Red de Acción en Agricultura Alternativa – RAAA, felicita la iniciativa promulgada por el Ministerio de Agricultura (SENASA) donde suspende por 90 días el registro de 53 plaguicidas comerciales impidiendo con esta medida cualquier actividad comercial con estos productos a nivel nacional, y que refleja el compromiso del actual gobierno en salvaguardar la salud de los agricultores y consumidores, la protección del ambiente, así como el promover una agricultura más saludable y sostenible, retirando temporalmente del mercado estos plaguicidas, se inicia también un proceso de evaluación para su prohibición definitiva.
Esta decisión fue postergada por el SENASA hace varios años, cuando en el 2005 la RAAA presento un informe técnico sobre los plaguicidas extremadamente y altamente peligrosos y sus impactos en la salud y el ambiente, solicitando su prohibición inmediata del mercado peruano por ser los causantes de la mayor parte de intoxicaciones agudas por plaguicidas en los agricultores, por provocar efectos a largo plazo en la salud como malformaciones congénitas, abortos y como posibles carcinogénicos, por su presencia de residuos tóxicos en alimentos primarios y sus características ecotoxicológicas afectando los recursos hidrobiológicos como peces, insectos benéficos, reptiles, anfibios y mamíferos.
Además se determinó que el manejo de esos productos por sus características de alta toxicidad en las condiciones de uso por parte de los pequeños agricultores, sin educación e información apropiada en el manejo de estos venenos y sus efectos en la salud y el ambiente, carencia del uso de ropa de protección (guantes, botas, mandiles y máscaras), limitada supervisión en su comercio y en el cumplimiento de los plazos de carencia (periodo que debe respetar el agricultor en aplicar la última dosis de plaguicidas en el cultivo antes de su cosecha), escaso acceso a capacitaciones y aspectos culturales como analfabetismo o poblaciones con lenguas originarias no permiten garantizar un manejo seguro de estos productos altamente tóxicos.
Los diversos estudios realizados por la RAAA y entregados a las autoridades competentes, no fueron atendidos por las autoridades de turno para tomar medidas de control más eficaz; esta situación fue aprovechada por las empresas para comercializar libremente estos productos de alta peligrosidad y seguir causando intoxicaciones permanentes sin que se les preste la atención prioritaria como los casos emblemáticos de Tauccamarca y últimamente en Cachachi-Cajamarca.
La promulgación de esta norma es el reconocimiento y reivindicación a la lucha de los deudos de los 24 niños fallecidos de la Comunidad Campesina de Tauccamarca (Cusco) que murieron por consumir leche contaminada con el plaguicida organofosforado Parathion, que el próximo sábado 22 de octubre cumple 12 años del lamentable suceso, y que hasta ahora el Estado no ha sido capaz de atender sus demandas de justicia.
Este caso fue investigado por el Congreso de la República que emitió un informe que nunca fue debatido por el Pleno del Congreso y se entabló una demanda en el Poder Judicial que hasta fecha no emitido una sentencia, por el contrario a querido darlo por cerrado. A pesar de que este caso puso en clara evidencia toda la problemática del sistema de apoyo alimentario y de comercialización y manejo de los plaguicidas, el gobierno no implementó ninguna reforma sustantiva respecto a los plaguicidas y lamentablemente después de 12 años se vuelve a repetir la historia, en una comunidad también alejada de Cajamarca, intoxicándose más de 100 personas y muriendo tres niños indefensos. Estos casos nos deben llamar la atención para realizar reformas inmediatas con relación al comercio y uso de los plaguicidas agrícolas y domésticos.
Por lo cual la RAAA propone lo siguiente:
· Iniciar un proceso de evaluación de los 53 plaguicidas con registros suspendidos con una participación amplia de diversos sectores involucrados con la problemática de los plaguicidas, para realizar un análisis integral y aprobar su prohibición definitiva.
· Establecer mecanismos de coordinación entre el Ministerio de Agricultura (SENASA) y el Ministerio de Salud a través de la DIGESA, para realizar el monitoreo permanente de los casos de intoxicaciones agudas y crónicas e identificar los plaguicidas causantes de estas intoxicaciones a nivel nacional.
· Las entidades públicas, incluido los gobiernos regionales y locales deben establecer directivas para que los plaguicidas de categorías extremadamente y altamente peligrosos no sean adquiridos o recomendados dentro de sus proyectos y acciones de apoyo a los agricultores.
· El Ministerio de Salud debe establecer un programa para atención de primeros auxilios en postas y centros de salud de comunidades campesinas y en zonas agrícolas, donde cuenten con medicamentos como atropina y carbón activado entre otros que permita la atención efectiva e inmediata de las intoxicaciones, lo cual debe ser acompañado de programas de capacitación a profesionales de salud.
· Se debe elaborar e implementar un programa de capacitación en alternativas distintas al uso de agroquímicos, como el uso del control biológico, plantas biocidas, control etológico, entre otros de comprobada efectividad y bajos riesgos en la salud y reducidos impactos ambientales.
· El Ministerio de Agricultura en coordinación con los gobiernos regionales y locales deben realizar acciones de difusión sobre la problemática del uso de agroquímicos, asumiendo compromisos para implementar estrategias de reducción de estos insumos y la producción de alimentos sin venenos como la agricultura orgánica.
· Regular y zonificar la reubicación de tiendas de agroquímicos que son una bomba de tiempo en varias regiones del país, donde existen calles enteras de tiendas dedicadas al comercio de plaguicidas en el centro de la ciudad o en zonas altamente pobladas y al lado de tiendas de abarrotes, restaurantes y pollerías.
· Las empresas de agroquímicos con la supervisión del SENASA deben promover programas de recolección y disposición final de envases de plaguicidas que son abandonados en los campos de cultivos y cursos de agua siendo un foco de contaminación y riesgo para la salud, y deben implementar programas de capacitación masiva en el manejo seguro de plaguicidas.
· También es importante la regulación del comercio y uso de plaguicidas domésticos que representan al igual que los productos agrícolas, un serio riesgo para la salud de los usuarios, especialmente en niños, y que hasta la fecha no cuentan con ninguna norma y autoridad que regule su registro, comercio y disposición final, lo cual ha generado un comercio informal y desordenado muy peligroso.
Agradeceremos su gentil difusión.
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